lunes, 16 de marzo de 2009

La toma de decisiones en la Sexualidad


Mujeres y hombres tenemos que decidir por nosotras/os mismas/os la forma en que vamos a vivir nuestra sexualidad genital. Muchas preguntas revolotean en la cabeza: ¿hasta dónde quiero llegar cuando nos estamos besando y acariciando?, ¿quiero "hacer el amor"?, ¿me podré mantener en abstinencia?, ¿quiero esperar o prefiero hacerlo pronto?, ¿qué será mejor para mí?, y no encontramos la respuesta.
Para no tomar esto a la ligera, es necesario que pasés por todo un proceso que te permitirá tomar una decisión que sea:
√ Libre: por que no estará sujeta a presiones de tus amigas(os), de tus padres, de tu pareja, o de mitos y mandatos sociales, y tendrá un sentido positivo para tu vida.

√ Sana: porque no implicará ningún riesgo para tu salud física, emocional, espiritual y mental, ni la de tu pareja, y más bien te permitirá desarrollarte en estos campos.

√ Responsable: porque analizarás las ventajas y desventajas de tu decisión, reconocerás las cosas que te ponen en riesgo, y optarás por la que más te proteja, y sea más agradable y placentera para vos misma/o y tu pareja. El tomar decisiones sobre la sexualidad genital no puede darse de un día para otro, sin pensar y analizar detalladamente, o dejándose llevar por una corazonada o capricho. Algo que afecta la toma de decisiones en la sexualidad genital, es la creencia de que cuando se tiene una excitación el cuerpo no se puede controlar, por lo que "las hormonas deciden". Esto no es cierto, porque vos tenés el control sobre tu propio cuerpo y sobre tus hormonas, por lo que la decisión es tuya, y tus actos son tu responsabilidad. La toma de decisiones es un proceso, en el que deben tomarse en cuenta las siguientes cosas:

• Debés tener claridad sobre cuáles son tus deseos y cuál es la decisión que querés tomar. De esta forma podrás diferenciar si lo que está en juego son tus deseos o si vas a hacer algo por presión. Todo esto va a permitir que seas vos quien decida realmente lo que quiere.
• Debés contar con la información necesaria que te permita tomar una decisión. Esta información debe ser clara, sencilla y verdadera (no basada en mitos o falsas creencias). Además debe venir de fuentes confiables de información, por lo que podés recurrir a personas adultas de tu confianza (familiares, profesionales, docentes, etc.), a alguna persona del centro de salud, a algún amigo o amiga que haya recibido capacitación sobre sexualidad, etc. Pero sobre todo, buscá a alguien que pueda hablar con vos de una forma honesta, que posea información científica y reciente, y que no vaya a intentar propasarse contigo, tocarte, o pedirte hablar en lugares solitarios.
• Tenés que saber cuáles son tus sentimientos sobre tomar una decisión u otra, para lo que te podés preguntar ¿con cuál decisión me voy a sentir mejor? Esto te va a ayudar a tener más claridad sobre lo que realmente querés y a que te decidas por lo que va a ser mejor para tu bienestar y tranquilidad personal.
• Debés analizar las ventajas y desventajas de cada decisión, para que así podás tener claridad de los riesgos a los que te enfrentás (por ejemplo, embarazo, ITS/VIH-SIDA, culpa) y asumir con responsabilidad las posibles consecuencias.
• Debés tomar en cuenta las cosas que te han enseñado y lo que has aprendido sobre la sexualidad, para que la decisión que tomés no vaya en contra de tus valores y principios, y terminés sientiéndote mal. Esto también implica que revisés críticamente los mensajes sociales sobre la sexualidad que podrían limitar tu libertad y realización como persona.
• Cualquier decisión que tomés implica un nivel de responsabilidad con vos misma/o y con la otra persona. Lo que decidás va a afectarte a vos y a tu pareja, no solo en la parte física, sino también en los sentimientos. Por eso tenés que cuidarte y cuidar al otro(a) de cualquier riesgo físico, mental, emocional o espiritual.
• Tenés una serie de opciones con respecto a tu sexualidad genital, como por ejemplo la abstinencia, la autoestimulación, los juegos sexuales o las relaciones coitales. No es cierto que exista una sola forma de vivir la sexualidad (a través de la penetración) ni que esta es la única que proporciona placer.

(Fuente: "LA SEXUALIDAD Y LA SALUD SEXUAL REPRODUCTIVA DE LAS Y LOS ADOLESCENTESCON ÉNFASIS EN PREVENCIÓN DE VIH/SIDA"MÓDULO DE CAPACITACIÓN PARA ADOLESCENTESMULTIPLICADORES EN SALUDCosta Rica, 2005. PAIA – Programa Atención Integrala la Adolescencia Departamento de Salud de las Personas Caja Costarricense de Seguro Social 2005)

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